Tuesday, November 28, 2023

Series de "Mi primer amor'

 Series de "Mi primer amor'

1) Mi primer amor Gastronómico.-

En casa, de chico, nunca sobro nada, pero tampoco nuca falto nada. Siempre de una manera o de otra, mis padres y mis abuelos se encargaban que la mesa estuviera siempre bien servida. Por lo tanto lo que les voy a contar quizás le sorprenda.

Yo tendría  6 o 7 años, mi querida abuela Doña Petrona Trezza de Pintos, me llama para que vaya a hacerle un mandado, que al fin y al cabo, para eso estábamos los gurises.

"Agarre esa canastita con peras y se las lleva a lo de Santarcieri el del almacén de la Cuchilla, asegúrese de comportarse bien, el Pocho es un buen hombre que siempre nos ha tenido buena consideración"

Al tranco salí rumbo a la Cuchilla Santarcieri, que a esa edad me parecía que eran varios kilómetros, unos 15 minutos después entraba al boliche, almacén de ramos generales, salon de reunion del barrio y en épocas electorales siempre canton de algún caudillito politico de la zona.

El Sr. Santarcieri me saludo con un fuerte apretón de manos, como si yo fuera grande, me hizo sentir grande. Recibió la canastita con una sonrisa y un agradecimiento para Doña Petrona y mi abuelo Aniceto.

Cuando estaba ya pronto para volver a casa me pregunta si estoy muy apurado, como le digo que no, me pide si le puedo hacer un favor. Acordándome de las palabras de la abuela le digo que estoy a sus ordenes. 

"Llevele este paquete de Geniol a la viuda de Seijas que vive en las ultimas casas antes de llegar a la via por el callejón, la pobre esta sola y medio enferma hace varios días"

Sin esperar y casi corriendo salí para allí, yo ya conocía la casa porque era una amiga de mi Mama, golpee las manos y enfile para la puerta, la viuda ya me esperaba en la entrada. Entregue el paquete, aguante el pellizco en el cachete y la despeinada que me dio. Saludando respetuosamente me di vuelta y corrí para el almacén.

"Hizo el mandado", "Si señor y la viuda le manda las gracias y saludos" conteste y rumbee para la puerta para irme para las casas.

"Espere, no se vaya" me dijo, se dio vuelta y salio para atrás del mostrador, agarro una de las galletas de campaña, de las mas grandes. Le corto la tapa y la parte de abajo, cuando solo quedaba el hojaldre tierno de la galleta, la corto en dos. Puso los dos trozos sobre un papel de estraza, con un cuchillo fue a la punta del mostrador y corto dos gruesas rodajas de un fiambre que recién le había llegado. Las puso entre los hojaldres de la galleta, me la entrego dándome las gracias por el favor.

Yo no conocía ese fiambre. Me dijo "Es mortadela, que la disfrute" 

Fue el primer manjar que comí en mi vida, fue mi primer amor gastronómico. 

Y lo sigue siendo.