Dentro de
pocas horas, me voy nuevamente a seguir esas flechas amarillas, que son para mí,
una fuente de regocijo y hasta creo que me hacen sentir más joven. El Camino se
ha vuelto para mi en algo que me ha ido transformando de a poco, que me da un regocijo
espiritual, que nunca había sentido.
Hay gente
que dice que el Camino es mágico, para mí, es que despierta dentro de la
persona, esa magia que ya está ahí, las largas horas caminando a solas,
pensando en mil cosas diferentes, descubriendo lugares dentro nuestro, cosas
que no sabíamos que existían.
“El Camino
hay que hacerlo con los ojos abiertos y mirando hacia adentro”.
Hace tiempo en algún
lugar, había leído eso, pero no lo llegaba a entender en su totalidad. Después del
primer Camino y más que nada después de haber pasado por Tosantos, en el Camino
Frances, las cosas empezaron a caer en su lugar, la mística del Camino se me
fue presentando poco a poco, hasta que llego el momento en que el caminar a
solas y por largas distancias, se me volvió adictivo y extremadamente
gratificante.
Así que, allá
voy, al paso, sin dolores o preocupaciones, con un poco de planeamiento, pero
no mucho, ya que a lo largo de los días el Camino te da lo que necesitas y te
aleja de lo mundano e innecesario.
Tratare de mantenerlos
informados y de enviar fotos, pero si no lo hago es porque no lo estimo necesario.
Serán casi 600 kilómetros los que espero caminar y si Dios y San Cono me ayudan,
lo lograre, sino es porque tenia que ser de otra manera y ellos dispondrán. Me
encomiendo al apóstol Santiago para que me acompañe en esta nueva aventura del
cuerpo y del alma.
Alberto wishing you Buen Camino. Big hug
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