Ayer les contaba de Jordi Carbonell y el Camino Frances de punta a punta, hoy rememoraba nuestro encuentro en Igualada, desde donde juntos nos fuimos hasta Tolouse y despues Lourdes, donde yo comenzaba una nueva aventura.
Con mi compinche, terminamos haciendonos grandes amigos, yo lo he visitado dos veces en Igualada y el y Neus, su esposa, vinieron a visitarnos a Canada y junto con mi esposa Titina, nos tomamos unos dias de vacaciones que nos llevaron a Quebec City, Montreal y Ottawa, viaje en el que visitamos la version canadiense de la Gruta de Lourdes, que se encuentra en las afueras de Montreal.
Asi que cuando me decidi a hacer el Camino Aragones, comenzando en Lourdes, lo invite a que fueramos juntos. Con alegria salimos e hicimos cuatro etapas, ya que el tenia planes y no podia hacer todo el recorrido. Los seis o siete dias que compartimos fueron inolvidables, rememorando nuestro primer Camino y su visita a Canada, el tiempo se fue volando y las grandes rampas del pre-Pirineos, no parecieron tan dificiles.
Esta vuelta despues de hacer el Portugues, pasare a visitarlo por dos o tres dias, lo que el Camino escribe en tu alma, te hermana para siempre con aquel peregrino que conoces en el trayecto.
Ya les contare sobre otros que todavia se mantienen en contacto y de aquellos que me han visitado y han venido a Canada para alegrarme el espiritu.
Albergue Parroquial de Asson |
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