Tuesday, October 28, 2014

Un abrazo en Barcelona.

  
Agosto/27/2014.-

Cuando el avión aterrizó en Barcelona, me invadió una sensación extraña, en realidad no sabía si algún día podría volver a España y al Camino, pero al tocar tierra, me di cuenta que ya estaba de vuelta. Conmovido, me acorde de agradecerle al Gran Arquitecto de nuestros destinos, por haberme dado la posibilidad de repetir la experiencia.

El primer día, se planteaba como un día especial, ya que más allá de las puertas de la aduana, me esperaba Jordi, mi gran amigo catalán, con el cual habíamos recorrido juntos el Camino Francés. Desde que nos bajamos del ómnibus en St. Jean de Pied du Port hasta las puertas de la Catedral de Santiago de Compostela, nos habíamos apoyado e impulsado mutuamente para poder terminar la tarea. En realidad esos casi treinta días que caminamos juntos, sirvieron para forjar una amistad que estoy seguro será imperdurable.

Allí estaba, con una sonrisa de oreja a oreja, todo brazos para darme un abrazo de esos que se dan los amigos que hace tiempo no se ven. Las palabras al principio eran pocas, más bien gestos de alegría por el reencuentro.

Recorrimos un poco Las Ramblas, visitamos la Boquería, nos fuimos al Puerto Olímpico para comer y tomar un almuerzo fabuloso. Teníamos que irnos para Igualada, donde él vive, pero la verdad que ni el reloj ni el ambiente en que nos encontrábamos, nos distraía del tema principal, nosotros revivíamos el Camino hecho, los amigos con los que manteníamos contacto, la esperanza de alguna vez volver a hacerlo todos juntos. Fue una tarde inolvidable.

A cierta hora, después de una abundancia de chupitos de Orujo, decidimos que era el momento de  levantar vuelo, su familia nos esperaba en su casa, donde yo sería recibido y agasajado de forma continua y excelente durante toda mi estadía. Ese día, aunque cansado, disfrute sobremanera, de la hospitalidad y el cariño de toda la familia de mi amigo, la cena abundante y exquisita, nos dejó en una sobremesa que se estiro hasta la medianoche.

Al momento de irse a dormir, salí a la terraza del cuarto de huéspedes que me había sido brindado y me tope de frente con una maravillosa vista de Montserrat, ya sabía los planes para el día siguiente, pero le agregue el mirar la salida del sol, desde ese mismo lugar y con la majestuosidad del monte de fondo.


La carita del Patas Flacas, el nieto de Jordi, que nos acompañó toda la noche, la simpatía de Neus, su esposa, y la alegre compañía de su hija y yerno, me habían dejado contento de haber conocido a la familia y me entregue a los brazos de Morfeo, exhausto y feliz.

A la siguiente mañana , temprano, daría  mis primeros pasos en mi nuevo Camino, que comenzaría después de visitar el Santuario de Montserrat, donde recogería la Credencial de Peregrino y prendería unas velas a la Virgen del Camino, para que me protegiera a mí y le diera buena salud y felicidad a mi familia y amigos.

Les dejo unas fotos y la seguimos, ajústense las botas y acomoden la mochila que nos vamos.








Wednesday, October 8, 2014

De vuelta en casa.


El 26 de Agosto partí rumbo a España con la ilusión de hacer un Segundo Camino de Santiago, la meta esta vez era la de comenzar en Sevilla, la llamada Vía de la Plata, un Camino legendario que data de la época de la edad media. Más de mil kilómetros separan Sevilla de Santiago de Compostela, los cuales atraviesan por los lugares más calurosos y áridos de la España peninsular.



Comenzando en Andalucía, cruzando totalmente de norte a sur Extremadura y Castilla y León para luego internarse en Galicia para dejar al peregrino al pie del Santo.

Al llegar a Granja de Morehuela, en Zamora, se puede tomar lo que se conoce como el Camino Sanabrés, que por la parte baja de Galicia, pasando por A Gudiña y Orense, ofrece una alternativa muy interesante, ya que los que previamente han hecho el Camino Francés, no tienen por qué repetir el recorrido de Astorga a Santiago de Compostela.

Mapa del Camino Sanabres, el comienzo es en Morehuela.

Todo lo leído sobre la Vía de la Plata, indicaba que quizás es el Camino que demanda más esfuerzo del peregrino, ya que no es muy popular, más bien es un trayecto que invita al peregrino que disfruta de largas etapas y con poca compañía. Hay extensos trechos entre poblaciones, que exigen al viajero a pensar y esforzarse en mantener el paso y la voluntad de avanzar a solas sin tener otros peregrinos como punto de referencia.

Las subidas y bajadas, incluyen pendientes exigentes y alturas comparables a las que se atraviesan en el norte de España. Simple y sencillamente, no es un Camino para emprender sin haberse preparado física y mentalmente.

En las próximas notas, intentare llevarlos conmigo en esta nueva aventura, contándoles de las peripecias físicas y mentales por las que atravesé, además de detallar lo mejor posible los maravillosos lugares y ciudades que visite durante los 42 días que estuve en la ruta.


Hace tres días que estoy de vuelta en casa, contento de haber regresado a mi familia, a la cual extrañaba muchísimo, pero también con un poco de la tristeza que queda de no tener que ponerse las botas todas las mañanas para dejar nuevas huellas en la tierra y en mi memoria. 

Para los que me quieran acompañar, largamos pronto. Quizas falten palabras, pero les aseguro que las fotos estan preciosas.