Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Monday, March 3, 2014

La Via Aquitania y Los templarios.

 Después de echarle una última mirada al majestuoso frente del Convento Benedictino de San Zoilo, donde había tenido una de mis mejores noches de descanso en todo el Camino, fui hasta el puente sobre el Rio Carrión, para sacar una foto.

Los datos que me había dado Jordi, ya que yo siempre viajo sin guía, era de que nos esperaban 17 kilómetros de camino árido y totalmente descampado, su recomendación fue de llevar más agua de lo común y algo de comer, para eso antes de irnos a dormir, habíamos ido al mercado del pueblo a abastecernos de provisiones. El, frutas y dulce de membrillo, Yo, pan y chorizo, queso, una botellita de medio litro de vino y dos cocas en lata. A diferentes paladares, diferentes necesidades, pero como siempre, el me ofrecía algo, o yo a él y terminábamos compartiendo el botín.

Los primeros tramos, eran bastante pasables, con algunas sombras y una brisa que refrescaba lo que ya prometía ser un día de extrema calor. Después de la primera hora y poco, ingresamos a la Vía Aquitania, una antigua senda romana milenaria, que nos hizo sufrir las plantas de los pies y los tobillos, ya que la cubierta que se ve que aplicaron años atrás, está hoy por hoy toda lavada y lo que queda son cantos y guijarros que se vuelven un suplicio a medida que pasan las horas.

Estaba a punto de despuntar un pedazo de chorizo, cuando un olor a carne asada me empieza a despertar de la modorra, por momentos pensé que me lo estaba imaginando, ya que el lugar estaba supuesto de no tener nada por el trecho de 17 km.

Pero no, allí en el medio de la nada, como un espejismo, aparece un techo y un pequeño galpón, donde un Catalán muy emprendedor, ha abierto un chiringuito con comidas y bebidas, con unas sombrillas y unas mesas, ha hecho un bar que para los peregrinos es como una especie de bendición.

Bien comidos y bien bebidos, seguimos viaje, después de que Jordi tuviera una larga charla en catalán con su coterráneo.
El calor se volvió intenso y los arboles inexistentes, sol, tierra, extensiones de plantíos de granos y mucho polvo, son nuestros compañeros hasta Calzadilla de las Cuezas, que se nos aparece de frente como si fuera otro Hontanas, con sus casas de barro y apariencia de película del oeste.
El pueblo no justificaba más que el paso rápido, así que después de tomar una cañita  en el bar del lugar, retomamos la ruta rumbo a Ledigos y después a Terradillos de los Templarios, que sería nuestro final de etapa.

En mi mente todavía perduraban los tesoros que había encontrado en Carrión de los Condes, pase toda la ruta pensando y tomando notas mentales sobre lo que más adelante tendría que estudiar, sobre este lugar que me impresiono tanto. La vinculación al Poema del Cid, los templarios, la masonería, de la cual encontré muchos signos muy evidentes y algunos medianamente ocultos. 

También quedaban en el tintero la maravillosa biblioteca Jacobea de San Zoilo y las historias sobre la Cañada Real Leonesa, una ruta que por siglos fue utilizada por los pastores, que llevaban sus rebaños de León a Extremadura y viceversa. 

¿Cuántas vidas discurrieron alrededor de esta Vía Aquitania? Fue utilizada para la guerra, la paz, el comercio y hoy, miles de peregrinos la recorren, mientras se quejan del calor, del frio, de la distancia y de los guijarros que lastiman sus pies. Todo esto lo pienso hoy que estoy escribiendo, mientras estaba ahí, lo tome como algo que no hay más remedio que hacer para llegar a Santiago.

!Hay que tontos que somos los hombres! Siempre vivimos mejor los momentos, cuando los tenemos en el pasado. 

Esta etapa la pongo en el debe, la tengo que hacer otra vez, más lentamente y concentrándome en la cabeza y no en los pies, ya que ellos son solamente un medio de transporte.

Por hoy los dejo con unas fotos, que no son muchas, en la próxima les cuento de Los Templarios y su pueblo, de las casas e iglesias de barro y Jacques de Molay, el ultimo jefe supremo de los Templarios.

Síganme de cerca que después de tomarnos unas cervezas con Javi, Jordi, Ana y la barra, hasta Santiago no paramos. 










No comments:

Post a Comment