En un pozo fisico, geologico y del tiempo, aparece Hontanas. |
La verdad
es que si hubiera un pueblo que borraría de El Camino, este es Hontanas. Llegue
fundido, me dolía todo el cuerpo, con la nariz saturada de polvo y con un “que
mierda estoy haciendo aquí” comiéndome la cabeza. A la entrada una pequeña ermita
hecha de piedra y muy llamativa, fue el primer lugar que visite después de
refrescarme en la fuente. Sabiendo que mentalmente estaba en mi punto más
negativo desde el comienzo en Francia, me senté sobre la mochila en la puerta
de la ermita a rezar y meditar un poco, no quería que mi estado de humor
arruinara el resto de mi día y el de los amigos con los que me encontraría en
el pueblo.
Ermita de Santa Brigida, me dio un poco de reposo antes de entrar al pueblo. |
Baje al
tranco, como no queriendo llegar, la calle principal era como un escenario que
hubieran preparado para filmar una película de las guerras mejicanas,
perpetuadas en la pantalla por el cine Americano.
En realidad la foto no muestra la verdad sobre lo que te espera. |
Les juro que no es un escenario cinematografico, esto es asi. |
No quería nada,
ni siquiera llegaba a plantearme los planes de las próximas horas, como buscar
albergue, darme un baño, comer y descansar. Más abajo en medio de la calle, un montón
de peregrinos, iban y venían dándole un poco de vida a este opaco lugar, el “burrogrino”
y su amo eran el centro de atención.
!!! Aleluya!!!
Jordi, Ana, Mary Poppins, Falk y otros
conocidos ya estaban haciendo las vueltas para ver donde dormíamos, me descalcé
y me senté en la puerta de un albergue y
alguien me alcanzo una Coca Cola, seguía malhumorado y entregado a la peor
parte de mi forma de ser. Cuando me dicen que todo el pueblo está lleno y no
hay lugar en el albergue, ni me importa, yo igual dormía en el portal de la
iglesia, no daba un paso más. Mis amigos iban y venían buscando alojo. Una señora
ofrece un espacio en un lugar casi en desuso a unos 100 metros del lugar, todos
se ponen de acuerdo y parten hacia ahí… yo los sigo como un sonámbulo. Al llegar a este pobre lugar, todas las
literas bajas están llenas, recordando a “la machucaaa”, yo no quiero dormir
arriba, así que otra vez malhumorado comienzo a cargar mi mochila para irme al
portal de la iglesia, cuando Falk, un joven alemán de muy buen talante me
ofrece cambiar su cama baja por mi
litera de alto.
Agua
caliente, no hay, agua fría, poca, espacio menos, ya que en media hora todas las camas
y literas estaban llenas y teníamos que desplazarnos de punta de pie y esquivando gente
y bultos…
O quizás no era tan feo y malo, pero para mí era todo una reverenda
cagada, nada me venía bien… me tire en el colchón, alguien de la barra me
alcanzo otra Coca Cola y me dormí, sucio, agotado, enojado y con un “que mierda
estoy haciendo aquí” repitiéndose en mi cabeza.
Calle principal y unica de Hontanas.
Dos horas después
me desperté, salí a la calle y en un bar cercano encontré a Jordi, Fermín, Ana
y otros, yo había parado antes en un negocio atendido por cubanos a comprarme
un refresco y ya venía con menos grises y oscuros, estaba más calmo y tranquilo.
Unas cuantas rondas de cerveza alegraban el ambiente, por supuesto que ninguna de ellas pagas por
Mary Poppins, que después de tres o cuatro se tuvo que ir a hacer “algo”.
El
Burrogrino todavía se pavoneaba por el lugar. Cristina aparece por primera vez,
cuando llega al pueblo sin equipaje, el amo del burro se lo traía en las canastas.
Esta catalana, muy picara y cómica, me conto que en la ruta el viejo le ofreció
cargarle la mochila, aparte de querer cargarle otras cosas…el viejito picaron tenía
sus necesidades y su burrito era el llamador que arrimaba las chingolas al trampero.
Cristina, la catalana, llega con su mochila a bordo del burrogrino, con el cazador y su trampero. |
Conseguimos
un lugar donde ir a comer, estuvimos un buen rato de sobremesa, la cual regamos
con algunos cafés y muchos orujos, creo que todos estábamos alargando la noche
para no pasar mucho tiempo en la pocilga en la que teníamos que dormir.
Lo mas lindo del pueblo, en el sotano de este lugar, bien reciclado, encontramos un lugar muy bueno y tranquilo para cenar. |
Apenas empezó
a aclarar, emprendí camino, solo, sabía que en poco rato mis amigos, que todos tenían
un paso más raudo que el mío, me alcanzarían. No quería estar en ese pueblo ni
un minuto más del necesario.
El sendero subía
nuevamente, para salir del pozo donde estaba el pueblo, al llegar a la cima
mire para atrás y con una sonrisa pensaba… ¿cómo hago para hacer El Camino otra
vez y no pasar por ahí?
Eso queda
pendiente, porque por ahora solo pienso seguir adelante, ya que hasta Santiago
no paro.
No entiendo porque en esta esquina, no pusieron semaforos. |
Me imagino que El Camino hizo un nuevo rico. Este es un moderno Castillo que aparenta tener poco tiempo de construido.. |
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