Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.



Tuesday, October 22, 2013

Del susto a la confianza... los primeros pasos.


Desde que salí de Madrid en el tren AVE , España me comenzó a llenar los ojos, paisajes pasaban por la ventanilla con una velocidad vertiginosa, pero igual podía apreciar los grandes desarrollos de molinos de viento, que con sus turbinas brindan electricidad a poblaciones enteras, sin polución química.
El AVE en la estacion de Zaragoza donde hize el trasbordo para Pamplona
 Los cerros y montañas ondulaban el horizonte, haciéndome pensar que los que yo iba a recorrer eran como esos o quizás más altos. La verdad que aunque sabía las alturas de las zonas que iba a recorrer, todavía no me hacía a la idea de cuan alto seria. A medida que me acercaba a Pamplona y al pre Pirineo, empecé a hacer guiñadas, pero no con los ojos,  el miedo y la duda empezaron a sentar raíces.

Un ómnibus, que se lleno rápidamente con unos treinta peregrinos, me llevaría desde Pamplona a St. Jean de Pied du Port en Francia, a mi en ningún momento se me había cruzado por la mente, a pesar de que lo sabía, que primero iba a cruzar los Pirineos, en ómnibus. Varias veces cuando el conductor tenía que poner la tercera y la segunda para subir la montaña, y las curvas cerradas gusaneaban entre los frondosos bosques, me vinieron  a la mente las preguntas… ¿que estoy haciendo aquí?, ¿quien sube todo esto a pie? ¿aayyy en que me metí?
El paisaje nos hacia arrugar un poco, y algunos se quisieron bajar del bus.
Al pasar por Roncesvalles hubo gente que pidió para bajarse, con la intención de empezar desde ahí, evitando la parte más brava del recorrido, pero el chofer no tenía autorización para hacer paradas intermediarias y se limito a decir que los que tenían miedo de lo que se venía, podían retornar a Roncesvalles en el bus de la 7.30… yo pensé que quizás valía la pena esperar unas tres horas y volver, pero mi orgullo fue más fuerte que mi miedo e inmediatamente deseche la idea.
Desde el asiento de atrás del conductor, Joaquín y Pedro, que estaban pensando lo mismo que yo, cambiaban  expresiones de miedo y dudas conmigo. Ahí nació una especie de compañerismo basado en el susto, que nos llevaría al final de recorrido, a ponernos a hablar y comenzar el primer trecho juntos.

Más atrás Jordi y Mertxe,  quienes tampoco se conocían entre sí, empezaban también a planear los primeros pasos juntos, se veía que todos estábamos un poco asustados y buscábamos alguien en quien apoyarnos, para no tirar la toalla antes de empezar.

Joaquin, Alberto, Jordi, Mertxe and Pedro, cinco para el Camino.
 
 
Minutos después de descender del ómnibus, los cinco caminábamos juntos hacia la oficina donde te registras como peregrino antes de comenzar la odisea.
También en pocos minutos habíamos decidido que hacer 27 kilómetros de montaña, el primer día, iba a ser una tarea bastante complicada, por lo tanto se puso en el tapete lo de adelantar unos kilómetros ese mismo día, ya que eran las cinco de la tarde y el sol no se ocultaría hasta cerca de la 9.00, con todo resuelto y seguros que en la presencia de otros íbamos a mostrar más coraje, empezamos a trepar rumbo al primer albergue en Hunnto a unos seis km. cuesta arriba.

Entrada medioeval a St. Jean de Pied du Port.
Llegamos agotados, pero contentos, la primera valla había sido saltada, ahora éramos cinco con una misma meta, al rato ya sentíamos esa unión que dicen sienten los soldados en el frente de batalla, compartimos nuestras historias de introducción, cervezas, cena y dormitories.
El Camino había perdido un poco de fuerza, porque nosotros habíamos ganado en confianza colectiva. 
Desde el balcon del albergue se apreciaba lo que nos esperaba.
El albergue de Hunnto, donde compartimos la primera noche con una Hermosa cena, vino y discutiamos nuestras inquietudas


Con Mertxe nos tomamos la primera cerveza, hablando de lo que se venia..

No comments:

Post a Comment