Aunque
parezca mentira, el sentirse peregrino comienza de a poco, Yo ni siquiera he
salido de casa todavía, pero ya siento todos los días la necesidad de caminar,
de caminar, de caminar, paso a paso…
Las tareas
diarias, el trabajo, la rutina de la comunicación, se pasan a los saltos, trato
de terminar todo lo antes posible, para poder a darle a la pata, o irme a
descansar para poder salir mañana tempranito, al alba, a recorrer senderos,
calles, subidas y bajadas, puentes y arroyos, montes frondosos y prados llenos
de verdes de todo tipo.
Anoche,
luego de un día bastante atareado y en el cual no había salido a la mañana a
saciar las ganas de metros y kilómetros, me sentía como si me hubiera hecho
trampa al solitario. A eso de las siete y media de la tarde, me puse los
andariegos y salí sin rumbo, sin ideas, solo a darme el gusto de caminar.
Regrese a
casa pasadas las nueve y media, mojado por mi propia traspiración y por la
lluvia que me acompaño por la última hora. El agua no me molesto, la brisa que
soplaba me reconfortaba, Yo me sentía contento y satisfecho… me sentía unos
cuantos pasos más cerca de El camino de Santiago.
Paso a paso, con sol, con lluvia, con viento o
con frio… un pie delante del otro… solo con mi sombra... hasta Compostela no paro.
Vas a llegar como variado en la arena!!!! Me llenas de envidia..pero de las mejores. Un abrazo. J.J.
ReplyDeleteGracias JJ, pero ten en cuenta que quedan muchos jamones crudos para visitor y varios litros de tinto para enjuagar.Peregrino si, pero con ansias de conocer la cocina del lugar.
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