La jornada empezó
fría y oscura, con un chisporroteo de gotas aquí y allá, pero fue mejorando rápidamente.
Los 24 o 25 kilómetros se hicieron muy llevaderos, sigo adelante, faltan 12 días
para la partida...y hasta Santiago no
paro.
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Estas ruinas se encontraban junto a un riachuelo, tienen toda la apariencia de haber sido un Molino. |
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La foto no le hace justicia a este arbol que se veia majestuso junto al camino |
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Otro puente de madera sobre un arroyo que hace un rato
me acompaña, y se muestra de a ratos a la diestra y después a la siniestra, y
que cada vez que lo cruzo veo que aumenta su caudal.
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Un Viejo Puente del ferrocarril sirve de paso sobre el mismo arroyo. |
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Un puente muy moderno y largo, para sobrepasar una
carretera muy transitada.
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Y bien como cosa de Mandinga( o de gringo), para mantener la continuidad de el sendero, al moderno puente le han hecho el piso de tierra. |
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A mitad de camino, unos 12 km., mi punto de retorno, llegue a un pueblito muy pintoresco, que tiene una sencilla parada de ferrocarril. |
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Plantios de girasoles. |
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Almacen de ramos generales de Inglewood. |

¿Serán comestibles?
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Nido o cueva de castores.
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El muchachito de la novela. |
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