ULTREIA!!! BUEN CAMINO.

Llego el momento, el deseado viaje a Santiago de Compostela, que ya empezó hace varios meses, empieza mañana en su forma más real.

Esta es la ultima que escribo desde Toronto, veremos cómo y cuando me podre seguir manteniendo en contacto. Van meses de preparación física y mental, ahora llego el momento de poner toda la carne en la parrilla y ver cómo queda.

En los últimos días me he encontrado con un sinnúmero de amigos, cibernéticamente o cara a cara, y todos sin excepción, me dieron para adelante. Créanme cuando les digo que todos esos saludos y deseos de “buen camino” que he recibido, me hacen sentir muy feliz y me fortalecen.

A todos, hasta pronto, ojala que San Cono me ayude a cumplir mi sueño, de llegar a la casa de Santiago.

Yo me voy a hacer mi camino y sé que en todas esas horas que pasare a solas y a pie, en algún momento me pasaran todos Uds. por la mente.

A mi familia, le debo todo el apoyo que me brinda y a Titina, las pelotas que tiene para aguantarme.

ULTREIA!!! BUEN CAMINO, para todos Uds. y para mí.

Hare kṛṣṇa hare kṛṣṇa...

Con un pie en los 65 y el otro en una barra de jabón, me largo dentro de tres días, a una aventura que para mí es verdaderamente importante.

Desde el punto de vista físico, hacia muchísimos años que no me sentía tan fuerte, mentalmente creo que también estoy preparado, ya que las largas caminatas y recorridos por senderos totalmente solitarios, me han dado una fortaleza que creo nunca había tenido. El andar solo no es fácil, pero tampoco es una tortura, ya que poco a poco empiezas a desarrollar temas y situaciones en tu mente, que te hacen más fuerte y te distraen de pensar en distancias y soledades.

Pero hay veces que el dolor en las piernas te lleva a pensar en la necesidad de continuar, pero si te concentras en algo más allá del dolor, pasas esa barrera y se vuelve a la normalidad.

Ayer, para dar los toques finales a la preparación, me fui a recorrer un sendero de bicicletas de montaña, extremadamente escarpado, con subidas de hasta 37% de inclinación, las subidas eran bravísimas, las bajadas peor. A las dos horas de tortura, eran más las ganas de sentarme que las de seguir, lo peor era que cada tantos kilómetros aparecían senderos secundarios, totalmente planos, que te ponían en la alternativa de seguir con lo propuesto o desviar hacia lo fácil.

El un bolsillo de la mochila, siempre llevo u regalo que me hizo mi hijo Cuimbae, un collar de Tulsi, que usan los hindúes para rezar a Krisna, es muy parecido a un rosario y tiene 108 grajeas (beads), que se van pasando igual que en el rosario, una a una, mientras se repite el Hare Krisna. Lo tome en mi mano y ...

hare kṛṣṇa hare kṛṣṇa

kṛṣṇa kṛṣṇa hare hare

hare rāma hare rāma

rāma rāma hare hare

 

La  repetición constante de la oración, te lleva casi a un trance, a pesar de eso, te mantiene totalmente consciente de donde te mueves, de cierta forma hasta ves las cosas con un poco mas de brillo. Mas allá del sentido religioso de esta acción, esta la repetición de un mantra, como lo hacían los monjes de todas las religiones y las “viejas” en velorios e iglesias. Asi que por un largo rato, me dedique a rezar al estilo de mi hijo, cuidadosamente pasando las grajeas una a una…

Para terminar, ese mantra, me llevo por el sendero por otras dos horas, subiendo y bajando, con una sonrisa, y al final sentia la satisfacción de saber que estoy pronto…

Y que hasta Santiago no paro.

 

 

Kitty y Susy. Después de más de 40 años.

Después de más de 40 años, me voy a encontrar con una amiga muy querida,  Kitty y Susy fueron en mis tiempos de estudiante, en Montevideo, dos amigas de “fierro”, compartíamos libros, cigarrillos, tiempo, tortas fritas y más que nada disfrutábamos de estar juntos.

Las cosas de la vida nos desparramaron, “como estornudo de ñato” y terminamos en diferentes países y recorrimos diferentes rumbos. Paso mucho tiempo sin que supiéramos donde estábamos y que hacíamos, pero un día leyendo un diario de Ecuador, encontré una foto de una hermosa señora y al pie el nombre de mi gran amiga Susana Downes. Siguiendo ese hilo la encontré ya viviendo en la Republica Dominicana, desde ahí, hemos comenzado a restablecer los viejos lazos que nos unían. Después me comunique con Kitty, ahora con mi futuro recorrido en el Camino de Santiago, paso a pocos kilómetros de su casa en La Rioja, donde ella y sus hijas tienen una hermosa bodega.

Los que siguen y conocen un poco al Tordillo, saben que amistad, viajes y vinos, son la mejor receta para hacerme feliz. Así que alrededor del 7 del mes que viene, este peregrino se encontrara con su amiga del alma.

Acá les pongo un link, sobre algo que escribí hace años sobre Susy, Kity y más que nada sobre su padre, Juan Jose Downes, un gentleman de verdad.
http://www.elcorraldeltordillo.com/search?q=influencias

Hasta Santiago no paro… bueno hare un desvió cortito para brindar con Kitty, mientras disfruto un tinto de su producción y rememoramos tiempos pasados. 

Vivió sin pena…

Hoy encontré esto en el “Facebook” del eximio músico Floridense (Uruguayo) Nestor Vaz.

La verdad es que la gente tiende a llenar las redes con frases de otros, muchas veces estas frases no tienen nada que ver con el estilo de vida o pensamiento del que las copia y reproduce, pero como suenan linda… dale  que va…total es gratis.

L o bueno es cuando se encuentra algo que sabes que el que lo puso, lo siente y lo vive, le da más acento  a la frase.

Yo personalmente no le doy mucha importancia a estas frases que son prefabricadas, masticadas y digeridas por otros, que se vuelven moneda barata y corriente, en un mundo lleno con muchísima gente con poca imaginación, que pretende parecer inteligente o sensata, regurgitando el alimento intelectual de otros.

Volviendo a la frase que puso Nestor Vaz, me resulta interesantísima y creo que aplica a la vida misma. No debe haber nada peor, que en la lapida de tu tumba escriban…

Nov. / 19—a Marzo /20--  Vivió sin pena… (Ni gloria) Murió en paz (porque nunca tuvo una pasión).

La música como la vida se deben vivir a pleno y apasionadamente, de otra manera, simplemente estamos llenando tiempo y espacio intrascendente. Lamentablemente en este mundo hay demasiada gente que pone simplemente un pie adelante del otro en su recorrido hacia la tumba, sin perder un minuto en pensar o sentir lo que lo rodea. En resumen hay veces que nos cruzamos con personas que son muertos de pie, que por no tener una pasión, siguen de pie esperando que alguien les diga  que están muertos y deben caerse.

Planea con la mente, embate con el corazón, vive con todos los sentidos, toca el bandoneón de tu vida con la pasión y el amor de un Beethoven o un Nestor Vaz. Obliga al lapidario a escribir en tu tumba…

Se murió, se llevo con el toda su vida… bien vivida.

Yo por ahora sigo paso a paso y hasta Santiago no paro.

 

Faltan 12 días.

La jornada empezó fría y oscura, con un chisporroteo de gotas aquí y allá, pero fue mejorando rápidamente. Los 24 o 25 kilómetros se hicieron muy llevaderos, sigo adelante, faltan 12 días para la partida...y  hasta Santiago no paro.

Estas ruinas se encontraban junto a un riachuelo, tienen toda la apariencia de haber sido un Molino.

La foto no le hace justicia a este arbol que se veia majestuso junto al camino

Otro puente de madera sobre un arroyo que hace un rato me acompaña, y se muestra de a ratos a la diestra y después a la siniestra, y que cada vez que lo cruzo veo que aumenta su caudal.

Un Viejo Puente del ferrocarril sirve de paso sobre el mismo arroyo.

Un puente muy moderno y largo, para sobrepasar una carretera muy transitada.

Y bien como cosa de Mandinga( o de gringo), para mantener la continuidad de el sendero, al moderno puente le han hecho el piso de tierra.

 

A mitad de camino, unos 12 km., mi punto de retorno, llegue a un pueblito muy pintoresco, que tiene una sencilla parada de ferrocarril.

Plantios de girasoles.

Almacen de ramos generales de Inglewood.

¿Serán comestibles?

 

 

Nido o cueva de castores.

El muchachito de la novela.

El Camino de Santiago, no es solo un lugar geográfico.

El subir y bajar por caminos en persecución de una meta a la que ya han arribado millones de persona, desde la edad media, quizás no parezca nada interesante para muchos. Para mi es la busca de la continuidad, esa que nos trae progresando física y espiritualmente, desde los principio del hombre en la Tierra.

De por si la raza humana es caminante, nómada, y siempre ha avanzado buscando nuevos horizontes. Esos horizontes siempre fueron geográficos, hoy en día, donde ya casi no existen lugares donde, como raza humana, no hayamos dejado pisada, debemos buscar esos lugares recónditos, dentro de nosotros mismos.

Una cosa que yo me estoy dando cuenta, es que cuando ando solo, en el sendero y por muchas horas, la mente empieza a volar y me lleva a lugares en los que no reconozco haber estado antes. Me cuenta cosa que yo no sabía que sabía, me hace preguntas para las cuales no tengo respuesta, pero  que me sirven para ir más profundo a buscarlas.

De a poco, me doy cuenta de que el Camino de Santiago, no es solo un lugar geográfico, sino que es un lugar que todos llevamos adentro, con cualquiera sea el nombre que le queramos dar.

Pienso que aunque por cualquier razón no pudiera ir a España a seguir mi sueño, igual ya he tenido el beneficio de haberme mejorado un poquito a mí mismo. Y en definitiva, cuando uno se mejora a sí mismo, también mejora o ayuda a mejorar todo lo que lo rodea.

Como dijo el gran poeta español Antonio Machado…

“caminante no hay camino

Se hace camino al andar”

Yo, como otro hijo de la viuda, seguiré  mi camino hacia el Oriente, buscando conocerme a mí y al mundo que me rodea, un poco mas cada día, y me sentare a reflexionar bajo la sombra de las acacias, cada vez que se me de la oportunidad.

Caminante no hay caminos...

          

"Cantares", es una canción de Joan Manuel Serrat incluida en su disco "Dedicado a Antonio Machado" del año 1969.
La letra está compuesta por estrofas de Antonio Machado, seguidas de estrofas escritas por el propio Serrat, en las que incorpora los versos "caminante no hay camino / se hace camino al andar" a manera de intertexto.
Las estrofas de Machado pertenecen a la sección Proverbios y cantares de su obra Campos de Castilla (1912).

Rompepiernas.

La de ayer fue una etapa rompepiernas, que me dejo sin ganas de escribir, asi que los dejo con las fotos... pero sea como sea...hasta Santiago no paro.



Temprano, las ranas todavia estaban cantando su canto nocturne

Hermoso Puente sobre unos 250 metros de pantano, los mosquitos te esperan con tenedor y cuchillo

Una nutria paso al galope por el Puente, no me dio tiempo a sacar la camara.

Explicacion sobre los pantanos protegidos y los anmales que se pueden encontrar.



Este Puente techado es para que los mosquitos no se mojen los dias de lluvia.

En este repecho me pararon por sobrepasarme el limite de velocidad...si andare bien!!!

Quien sabe cuanto hace que la hicieron, en el medio de la nada, para llegar hay un repecho rompepierna de como 300 metros y a mas de 20% de inclinacion. Creo que fue la ultima vez que la visito.

Nunca habia visto en este pais caballos con pinta de hambre, estos me sorprendieron.

Este tordillo, rozagante y desafiante, es vecino de los otros, totalmente bien cuidado y en un corral que te invitaba a comer el pasto.

El aroma a madera recien cortada, es embriagante, me sente cerca, comi mi merienda y descanse pensando en los montes del Santa Lucia y sus monteadores.

A pesar de que el cuerpo y la mente no querían.

El día de hoy, fue difícil, la mente no quería y el cuerpo tampoco. La intención era seguir recorriendo las rutas de las Colinas de Caledon, por dos razones básicas, primera y primordial, porque hay lugares y senderos hermosos, la segunda, que como es muy ondulado y en partes escabroso, me ayuda a prepararme para la tortura que yo me imagino, va a ser el cruce de St. Jean de Pie du Port a Roncesvalles y sus 25 kilómetros de pura montaña pirenaica.

Apenas comenzada la ruta me encontré con unos bañados cubiertos de una vegetación verde y densa que cubría el agua como una membrana. Los mosquitos se hicieron un festival conmigo, pero ya era tarde para arrepentirse.

Seguí hasta que encontré un sendero que une el paraje de Palgrave hasta Glen Haffy, una zona de conservación de floresta, que es muy linda y amplia. Este camino, lo habíamos hecho una vez con Wilson Cáceres, hace como quince años, ahora me pareció más oscuro, ya que los arboles evitan totalmente la penetración del sol, los helechos frondosos cubren como un manto todo el lugar. Las subidas y bajadas se venían de golpe, sin aviso, como discurso de tartamudo se repetían y repiqueteaban mis piernas sin descanso, implacablemente.

A esta altura, que no eran más de 6 o 7 kilómetros, la mente empezó a confabularse con el cuerpo y me discutían sobre necesidad de hacer esto. Me enoje con los dos y seguí camino, pero los cómplices me seguían martirizando. Corté por lo sano, para distraerme, prendí el celular, puse radio Clarín a todo volumen y me encaje los auriculares. A las horas pares con Gardel y el resto con música típica y folklore, pude llevar la jornada más plácidamente y sin tener que discutir conmigo mismo.

Como siempre me maravillé con los montes, las flores salvajes, un ciervo que se me cruzo como a veinte metros, me senté a la sombra de un gigantesco roble y comí tranquilo. A la sombra de ese hermoso árbol y rodeado de un silencio absoluto me sentí feliz… y hasta creo que llegue a dormirme por unos minutos.

Termine volviendo a la San Cono que me esperaba en el punto de salida, satisfecho de haber hecho unos 20 kilómetros, a pesar de que el cuerpo y la mente no querían. El argumento que les di fue…

Yo hasta Santiago no paro y punto.

 

 

 

 

 

 

A veces no hay que ir tan lejos.

Hoy en la recorrida, 27 y pico de kilómetros, anduve de novela, recorrí unos bosques hermosos, vi caballos, pavos salvajes, descubrí una vertiente donde el agua brotaba como si saliera de un caño, subí y baje repechos por más de 6 horas y media. Pero el punto culminante fue cuando siguiendo un camino me encuentro con un parque hermoso, en el medio de la nada, era de una institución Budista, me pase como una hora dando vueltas y sacando fotos.

A veces no hay que ir tan lejos para ver cosas que no conoces. Este parque fue una grata sorpresa, porque yo antes vivía unos 10 kilómetros de ese lugar y nunca lo había visto.

Los dejo con las fotos de hoy… Yo, hasta Santiago de Compostela no paro.