El sobre marrón.-
Todo esta cambiado, la plaza, el centro, las luces, hasta los
encuentros de aquellas partidas de mañanas frías y noches
bañadas por la humedad.
Se extraña el pregón que ustedes hacían, vendiendo los diarios por
la gran ciudad.
Noticias alegres o de desencantos, avisos que hablaban sobre el
carnaval, ensayos de murgas de niños- en barrio San Cono, Piedra
Alta y Prado Español.
“Por roce de un carro, con un gran camión, un tramo del puente al rió cayo”.
“Por segunda vez llega a la Argentina”, tras de largo exilio, Domingo Perón.
El Heraldo, El Plata, El Debate, Popular, El Día, La Escoba, La Mañana,
El País.
Informes de aprontes, en el viejo hipódromo de Ituzaingó.
En Piedras se corre el clásico anual, por la fiesta patria de la gran ciudad.
Les cuento que el centro esta muy cambiado, con grandes veredas, “cuando esconde el sol”, solitas se prenden azules las luces, alumbran vidrieras por cada rincón.
El punto de encuentro para los repartos,- no existe- se ha ido, cayo el telón, los Gallo cerraron, en dicho comercio- llamado salón, hay ventas de libros, grandes revistas a todo color.
El Catalán- no esta, funciona una tienda que anexa entre lanas, camisas o algún pantalón.
En Independencia y Rivera, el bar.- que existía- hace mucho tiempo- también se cerró, existe un bazar, que copia las hojas de escritos y libros, ventas de juguetes para la ocasión.
En el Nuevo Rumbo, el horno de pizzas- de pronto apago, lo de Gallotti- pasados los años, su puerta tranco, La Central, papeles y lápices, también se mudo.
Los extraño tanto, los echo de menos, cuando los recuerdo- late el corazón, cambiando su ritmo- parece quedarse junto a la vereda- soñando que llegue el camión- con cientos de diarios, cargados de tinta, que vuelen a casas, para que el lector- disfruté sus letras- dibuje sus sueños- de compras y ventas, anuncios, amor, noticias de guerras, luchas constantes, tristezas y muertes, inmenso dolor.
Recuerdo sus nombres, sus rostros, aquel entusiasmo, de hombres y niños, día a día- con lluvia, viento, frió o calor, volvían de nuevo hasta aquella esquina, esperando inquietos que llegue el camión.
Marquito, Modernel, Timoteo, Marcelino, El Nato, El Flaco
Artigas, otros tantos, gritando a viva vos.
¡Aquí esta su diario!
¡Noticias del fútbol!
¡Gano Peñarol!
Perdonen la letra, voy hasta el correo, “también se mudo”.
Envió esta carta, desde mi Florida, abrazos les doy.
La chica que atiende en el mostrador- “me dice”.
¿A quien lo remito?
¡Preste ud atención! “cuando sople fuerte el viento pampero”, entre remolinos, arroje al aire el sobre marrón.
¡Quédese tranquila!
¿Quizás el Domingo?
Lleguen estas letras, a los Canillitas.
¡A los Canillitas!
¡Que están junto a dios!
HECTOR TERO FERNANDEZ YCASURIAGA
19/10/2010
Sunday, February 12, 2012
El sobre marron.- (A los canillitas)
Revisando los comentarios en el Corral del Tordillo, encontré este relato que se me había pasado. Son recuerdos de Florida y de un Uruguay que ya casi no existe. Lo publico para Uds con mis disculpas al Sr. HECTOR TERO FERNANDEZ YCASURIAGA que me lo envió.
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