Uno de los refranes mas comunes y siempre repetido es: “Es mejor dar que recibir”.
Hay muchas veces en la que he encontrado mil razones para no estar de acuerdo con esta creencia popular, pero de igual manera estoy de acuerdo con el concepto en general.
El otro día en una de mis viejas carpetas y escritos encontré algo referente al tema, y una nota que había escrito en los márgenes, me recordaba de algo que puedes dar en abundancia, todos los días, que a la vez te devuelve una ganancia mucho más grande que la inversión.
No cuesta nada, pero da un resultado positivo en el momento. Enriquece instantáneamente a quien lo recibe, sin hacerle perder nada a quien lo brinda, se brinda en un segundo y hay veces que deja beneficios que duran para siempre.
Nadie es tan rico como para vivir sin utilizarla o tan pobre que no tenga un poco de más como para dar, ambas partes se enriquecen al dar o recibir.
En la casa, crea alegría instantánea, en los negocios genera simpatía y apego, entre amigos suele ser y es moneda corriente. Ese regalo puede dar descanso al cansado, un poco de luz al que anda descorazonado y a oscuras, es un rayo de sol para el deprimido y triste… es sin duda, el mejor antídoto contra los problemas.
Sin embargo, no se puede comprar, ni vender, ni robar y solo tiene valor cuando se da sin ataduras o compromisos. Si uno se encuentra con alguien que se olvida de dar este regalo, lo mejor es dárselo para que lo reparta a otros, porque no hay nadie que lo necesita más que aquel al que se le han terminado y no tiene para dárselo a otros.
¿Ya se dieron cuenta que es? ¿Qué hay en esta bendita tierra de nosotros que pueda brindar tanto sin costar nada?
Una sonrisa.
Si es cierto solamente y simplemente una sonrisa.
Cuando una de mis nietas me regala una sonrisa, me arma y me desarma.
Yo me he propuesto y lo hago constantemente, el brindar una sonrisa a todas las personas con que me cruzo a lo largo del día. Una sonrisa grande, sin tapujos, sin esperar respuesta. Es increíble la reacción de las personas que la reciben, como la mayoría de la gente no está acostumbrada a recibir sonrisas gratis, al principio me mira como intrigado, pero un segundo después me la devuelve, muchas veces más grande que la que les di.
Yo he comprobado que una sonrisa me cambia a mí, pero también cambia a todos los que me rodean.
¿Por qué después de leer esto no lo prueban por unos días? … lo más probable que les de gran resultado y vean la vida con un poco mas de foco positivo.
El Tordillo (filosofando).-
El otro día encontré en el face una frase que dice "que es el idioma universal de los inteligentes",no se si todos los inteligentes sonríen,ni si todos los que sonríen son inteligentes,lo que si se es que una sonrisa y un trato amable pueden cambiar muchas cosas.Un abrazo...y mi mejor sonrisa!!!
ReplyDeleteQuien siembra sonrisas, recoge alegria...Gracias Valeria por tu mensaje, felicidades.
ReplyDelete