La muerte del ex presidente argentino, Néstor Kirchner, me da sensaciones de muchos tipos. Por un lado me da la tristeza por la desaparición física de un ser humano, también siento la desaparición de alguien que fue catalogado como un militante político con las mismas raíces de las que yo vengo, un hombre de izquierda que aparentemente lucho siempre por el bien del pueblo. Esto yo no lo puedo juzgar porque no conozco a fondo la vida y trayectoria del hombre político, principalmente porque nunca seguí muy de cerca la política argentina.
Por el otro lado, yo vi a Kirchner, como un enemigo del Uruguay, un hombre que siempre que tuvo la oportunidad, trato de sacarse boleto y ganar votos, oponiéndose a todas las propuesta que le venían del Uruguay y principalmente creo que fue el catalítico que acelero el proceso de deterioro de relaciones en cuanto a todo el problema con la instalación de Botnia, todo el tema de las pasteras y la consecuente clausura y cierre de los puentes fronterizos.
Hasta hace pocos días, cuando las aguas ya se presentaban mas calmas, cuando poco a poco parecía que se podía volver a la normalidad, y después de que chantajeo al gobierno uruguayo, para que lo aprobaran para la presidencia de la Unasur, este señor, vuelve al tema de que la causa de Gualeguaychu, tenía que seguir en el tapete y nuevamente proclama que se debe tomar como causa nacional.
Es decir que nunca se gano mi simpatía, su muerte me hace recordar de la reacción que tuvo un señor, cuando le decían que su suegra, a la que no le tenía mucha simpatía, se había desplomado por un precipicio en el Mercedes Benz descapotable, recién comprado, que él le había prestado a regañadientes.
Réquiem in pace… quizás ahora comience una nueva era en las relaciones entre Uruguay y Argentina.
Totalmente de acuerdo....Nunca lo sentí con feeling con Uruguay. Alguien dijo que fue un buen presidente y un mal ex-presidente!!!
ReplyDeleteUn abrazo.