Cerra y vamos!!!
LLego la hora, apago este bicho y me voy para el aeropuerto, hasta llegar a Independencia y Rodo no paro.
Si puedo los mantengo al tanto y si no, hasta la vuelta.
El Tordillo
Un lugar donde un hombre de Florida (Uruguay), la capital de la Piedra Alta, cuenta de todo un poco, sobre su pueblo, su vida, sus viajes, su familia y más que nada, sobre su Florida natal. Tambien mucho sobre mi querido Camino de Santiago.
Friday, November 27, 2009
Monday, November 23, 2009
Llegando a casa.-
Los días pasan y sin darnos cuenta se nos escapan como agua entre las manos, hace ya 23 meses que no voy a Uruguay, por diferentes circunstancias se me negaba la posibilidad de visitar mi gente y mis pagos, pero por suerte esta semana parto nuevamente hacia allá.
Antes de ir quiero aclarar mi respuesta a la pregunta que me han hecho repetidas veces… ¿Vas a votar?
Los días pasan y sin darnos cuenta se nos escapan como agua entre las manos, hace ya 23 meses que no voy a Uruguay, por diferentes circunstancias se me negaba la posibilidad de visitar mi gente y mis pagos, pero por suerte esta semana parto nuevamente hacia allá.
Antes de ir quiero aclarar mi respuesta a la pregunta que me han hecho repetidas veces… ¿Vas a votar?
NO, soy un convencido de que los Uruguayos que están en el exterior tienen que tener derecho al voto, porque nunca hemos dejado de ser Uruguayos, pero a la vez creo que el voto tiene que ser una cosa de conciencia. Hay gente que quiere a toda costa votar y para ello se informa constantemente, este donde este, hay otra que quiere votar, pero no dedica su tiempo a informarse, sino que va a hacerlo basándose en preferencias antiguas, que se llevaron en su equipaje.
Yo personalmente quiero tener derecho a votar desde el país del mundo en que me encuentre, pero eso no quiere decir que vaya a votar. Yo quiero tener la libertad de decidir si mi voto debe ser dado a alguien y si tengo la suficiente autoridad intelectual para ejercer ese derecho de votar.
Personalmente, he estado en elecciones pasadas en Uruguay y nunca he votado, voy a llegar este año el día anterior a las elecciones, pero tampoco voy a votar.
Repito, quiero tener el derecho a votar desde el exterior, pero también quiero tener la libertad de no votar. Creo firmemente que hay gente fuera que merece votar porque han estado por años luchando por ese derecho, que se han mantenido sintiéndose parte de sus fuerzas políticas y que de una manera u otra están siempre tratando de ayudar y colaborar con causas uruguayas. Esa gente se merece el voto, de la misma manera que yo, que pienso que si no voy a sufrir o a gozar de las consecuencias de mi voto, no debo votar.
Esta semana llego a casa, a Florida, celebrare lo que el pueblo vote, disfrutare del festejo que se haga, porque estoy firmemente convencido que gane quien gane, la que gana es la democracia, más que eso con suerte el que gana es el pueblo, porque tendrá a los gobernantes que eligió por su libre albedrio y en paz.
Thursday, November 19, 2009
Para levantar un poco el espiritu.
El que quiere trabajar, busca la forma, y si no lo creen, vean este personaje desempleado
Friday, November 13, 2009
Historias cortitas/ El Felpudo.-
El Felpudo.-
Mi madre y mi padre se habían ido a pescar al Tornero, el Japones, quizás culpa de unas de sus frecuentes bandidiadas, no había venido a trabajar. Por lo tanto ese día me toco quedarme hasta la noche, atrás del mostrador del Tango Bar.
Los parroqianos de siempre entraban y salían, el Funebrero Garcia, el viejo Arroqui, Don Neves recién bajado de la Cita, el Cono Coccaro y así se iban sucediendo. El único que no se movía de la punta del mostrador junto a la ventana era Don Ferreyra, un tropero que cada tanto tiempo se aparecía y acampaba en ese lugar por todo el dia.
Del otro lado de la ventana y bien cerquita estaba echado su inseparable perro, el bicho tenia un nombre muy peculiar, asi que le pregunte al hombre porque lo llamaba asi, Felpudo.
“Lo que pasa es que siempre esta tirado al lado de la puerta, por eso lo llamo así, anda conmigo hace un montón de años, en realidad creo que es mi ángel de la guarda”.
Y así entre copa y copa, Don Ferreyra me contó la historia…
“ La tormenta se venia fea, yo llevaba unos treinta animales, lecheras que había que cambiarlas para un tambo como a 5 leguas, no es lo mismo que tropear ganado común, es mas lento, un muchachón me seguía en un carro, el patrón lo había mandado para ordeñar a las que se cargaban mucho, no fuera cosa de que se estropearan…a pesar de que era verano, a eso de las seis de la tarde ya se ponía oscuro y un viento del este hacia mas fuerza de lo común… en una hora llegábamos a donde íbamos a hacer noche, por lo que decidí seguir y no darle importancia… teníamos que cruzar un arroyo que desemboca en el Santa Lucia chico, que hacia días que venia en crecida, pero como yo me críe y aprendí a tropear en la zona, no me preocupe, sabia donde cruzar sin peligro….la cosa empezó a ponerse mas fea, al muchachón le dije que cruzara el carro primero y que empezara a armar campamento, que yo me ocupaba de los bichos… el viento se vino en remolino, el agua mordía como si fuera el mar… el carro se dio vuelta… el muchacho desesperado tiraba manotazos… me tire al agua para ayudarlo, pero la corriente nos llevo a los dos… a el no lo vi mas…yo… yo seguí entre flotando y nadando hasta que sentí un fuerte dolor caliente alrededor de las verijas… el arroyo tenia una trampa de alambrado de esas que se levantan cuando hay mucha corriente… yo había quedado empalado en unos de los piques, atravesado de tal forma que el palo me entraba por la ingle y me salía mas arriba del hueso de la cadera… después de ahí no me acuerdo mas… el Felpudo, como el perro de las películas, parece que salio a la carrera para unos ranchos cercanos y no se como, se hizo entender para que lo siguieran… dicen que cuando me encontraron en la madrugada, ya ni sangraba… el muchacho apareció ahogado y enredado en una isla de camalotes aguas abajo… esa fue la ultima vez que tropeé… desde entonces el perro y yo recorremos boliches, tomando olvido, pero siempre encuentro la botella muy chica… el me espera en la puerta…”
Pasaron horas y Don Ferreyra seguía ahí acodado al mostrador, de golpe y sin despedirse rumbeo para la puerta, en el árbol frente a lo Fassanaro tenia el caballo atado, acomodo la cincha, intento montar y no pudo… dos… tres… cuatro veces, se dio por vencido y sentado con la espalda contra el portón de la herrería se durmió, medio enredado en su poncho viejo y rotoso… el Felpudo apoyo su cabeza sobre la pierna derecha del tropero y ahí se quedo acompañando y protegiendo al amo.
El Tordillo
Tuesday, November 10, 2009
Héctor Umpiérrez(1915-2009).- http://www.laondadigital.com/LaOnda/LaOnda/461/C4.htm
Parado en la sobretarde espero caiga mi noche
que ha de ser cuando la prensa, en viejas letras de molde,
publique la fin la noticia, con mi foto y con mi nombre:
“Se fue un viejo payador para ese pago de donde
no se vuelve con la piedra que hacia el vacío se arroje”
Y empezarán mis recuerdos y mis versos como hojas
a rodar de pago en pago, donde tanto se me nombra.
Y no faltará el colega que repitiendo mis coplas
llevará el recuerdo mío rodando de doma en doma.
No me han de dejar morir los que repitan mis cosas.
Héctor Umpiérrez
Aunque personalmente estoy muy lejos del pensamiento politico y de las ideas de este laureado payador, lo reconozco como uno de los mejores payadores que escuche, cuando su tematica era lisa y llanamente dedicada a la vida del campo y sus habitantes, era incomparable.
Que D' lo tenga en su gloria.
El Tordillo
Extraido de Ultimas Noticias de hoy.-
Agadu conmovida ante el fallecimiento de Héctor Umpiérrez.
Adiós a un payador
El fallecimiento del mítico payador Héctor Umpiérrez, sucedido el pasado miércoles, conmocionó a la institución autoral de una manera muy especial. Por tal razón Agadu emitió este emotivo informe firmado por Alexis Buenseñor, presidente, y Omar Varela, secretario de la asociación.
Naturalmente que todos sabemos que para morir hemos nacido. Y en la medida en que el tiempo avanza sobre nuestros calendarios, más cerca estamos de cumplir el ciclo vital y por lo tanto, deberíamos estar más preparados para aceptar las despedidas. Pero, en el caso del "Tata" Umpiérrez, a pesar de sus bien vividos 94 años, su fallecimiento igual nos sorprende y hasta, en una primera reacción del alma, nos asombra. Es que era uno de esos socios y amigos de Agadu que, por lo elevado de su espíritu y la elegancia de su vuelo poético repentista; por la sabiduría de su oficio de vida y su siempre presta inspiración, lograba que nos olvidáramos de sus largas décadas y reconociéramos en él la eterna juventud del alma creadora. No hace mucho tiempo, con motivo de la celebración de su último cumpleaños, más de un centenar de personas llegaron hasta su criolla morada. Era una maravilla ver a las más destacadas personalidades de la política, del arte y la cultura -tanto del departamento de San José, como del país todo- compartiendo un asado con los más sencillos y anónimos peones rurales, que habían recorrido, en muchos casos, más de la mitad del país para poder estrechar la mano amiga del payador. Unos de los momentos más emocionantes de esa jornada fue cuando Umpiérrez hizo referencia al histórico enfrentamiento con el otro gran payador oriental Carlos Molina, quien llegó a herirlo de varias puñaladas, de las cuales se había salvado como el mismo lo expresara, "sólo por la voluntad de Dios". Y relataba con emoción y palabra galana, el proceso íntimo, personal, espiritual, que le había llevado a perdonarlo y hasta ir a despedirlo cuando a su contrincante le tocó iniciar el viaje final. Hombre polémico, de palabra contundente y estilo desafiante, Umpiérrez levantó, en su intenso paso por la vida, polvaredas de cuestionamientos y de admiraciones.Pero nadie podrá negar su incondicional presencia al lado de sus amigos, que fueron muchos a lo ancho y a lo largo de la Patria y de América. La Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu) trasmite públicamente su congoja ante la desaparición física de uno de los grandes payadores orientales y saluda a sus amigos y familiares afectados, como nosotros, por esta lamentable pérdida.
Parado en la sobretarde espero caiga mi noche
que ha de ser cuando la prensa, en viejas letras de molde,
publique la fin la noticia, con mi foto y con mi nombre:
“Se fue un viejo payador para ese pago de donde
no se vuelve con la piedra que hacia el vacío se arroje”
Y empezarán mis recuerdos y mis versos como hojas
a rodar de pago en pago, donde tanto se me nombra.
Y no faltará el colega que repitiendo mis coplas
llevará el recuerdo mío rodando de doma en doma.
No me han de dejar morir los que repitan mis cosas.
Héctor Umpiérrez
Aunque personalmente estoy muy lejos del pensamiento politico y de las ideas de este laureado payador, lo reconozco como uno de los mejores payadores que escuche, cuando su tematica era lisa y llanamente dedicada a la vida del campo y sus habitantes, era incomparable.
Que D' lo tenga en su gloria.
El Tordillo
Extraido de Ultimas Noticias de hoy.-
Agadu conmovida ante el fallecimiento de Héctor Umpiérrez.
Adiós a un payador
El fallecimiento del mítico payador Héctor Umpiérrez, sucedido el pasado miércoles, conmocionó a la institución autoral de una manera muy especial. Por tal razón Agadu emitió este emotivo informe firmado por Alexis Buenseñor, presidente, y Omar Varela, secretario de la asociación.
Naturalmente que todos sabemos que para morir hemos nacido. Y en la medida en que el tiempo avanza sobre nuestros calendarios, más cerca estamos de cumplir el ciclo vital y por lo tanto, deberíamos estar más preparados para aceptar las despedidas. Pero, en el caso del "Tata" Umpiérrez, a pesar de sus bien vividos 94 años, su fallecimiento igual nos sorprende y hasta, en una primera reacción del alma, nos asombra. Es que era uno de esos socios y amigos de Agadu que, por lo elevado de su espíritu y la elegancia de su vuelo poético repentista; por la sabiduría de su oficio de vida y su siempre presta inspiración, lograba que nos olvidáramos de sus largas décadas y reconociéramos en él la eterna juventud del alma creadora. No hace mucho tiempo, con motivo de la celebración de su último cumpleaños, más de un centenar de personas llegaron hasta su criolla morada. Era una maravilla ver a las más destacadas personalidades de la política, del arte y la cultura -tanto del departamento de San José, como del país todo- compartiendo un asado con los más sencillos y anónimos peones rurales, que habían recorrido, en muchos casos, más de la mitad del país para poder estrechar la mano amiga del payador. Unos de los momentos más emocionantes de esa jornada fue cuando Umpiérrez hizo referencia al histórico enfrentamiento con el otro gran payador oriental Carlos Molina, quien llegó a herirlo de varias puñaladas, de las cuales se había salvado como el mismo lo expresara, "sólo por la voluntad de Dios". Y relataba con emoción y palabra galana, el proceso íntimo, personal, espiritual, que le había llevado a perdonarlo y hasta ir a despedirlo cuando a su contrincante le tocó iniciar el viaje final. Hombre polémico, de palabra contundente y estilo desafiante, Umpiérrez levantó, en su intenso paso por la vida, polvaredas de cuestionamientos y de admiraciones.Pero nadie podrá negar su incondicional presencia al lado de sus amigos, que fueron muchos a lo ancho y a lo largo de la Patria y de América. La Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu) trasmite públicamente su congoja ante la desaparición física de uno de los grandes payadores orientales y saluda a sus amigos y familiares afectados, como nosotros, por esta lamentable pérdida.
Monday, November 2, 2009
Subscribe to:
Posts (Atom)