¡A mi no me moje la oreja!

Esto va para Ud., no lo voy a dignificar con un nombre, ya que no tiene los cojones para firmar sus opiniones.
Este sitio es mío y escribo lo que quiero, pero siempre Ud. sabrá que lo escribí yo, con nombre, apellido, orgullo, dignidad y hombría.
Hasta ahora nunca me he puesto colores, porque con que yo los sepa alcanza, pero le voy a decir que siempre fui y soy un hombre de los que la gente quiere poner en el cajoncito de la izquierda, de los 14 a los 21 fui de una izquierda militante y comprometida, hice lo que tuve que hacer cuando había que hacerlo, no tengo rencores ni remordimientos, tuve lo que se necesitaba para tomar acciones y decisiones y lo hice con la convicción del ideal y con la información que tenía en ese momento.
No me considero cobarde por haberme ido, ni tampoco considero valientes a los que se quedaron, cada uno sabe donde le apretó el zapato y siguió el camino que más se ajustaba al momento que estaba viviendo.
No creo ser más uruguayo que Ud. que está en Uruguay, pero le aseguro que tampoco lo soy menos, aunque no comparta su forma de pensar o de actuar en la anonimidad y tirando palos, respeto que Ud. puede tener una opinión diferente a la mía, con la diferencia que yo pongo la cara para decirla.
Supe montar en pelo, hoy lo hago con recado y lo prefiero, si a los 20 era incendiario, hoy me considero más para el lado de los apagafuegos, no hago nada con la furia y la pasión con que lo hacía antes, porque soy más sabio, porque soy más viejo, porque tengo menos miedos y más coraje, porque los años pasan y las situaciones cambian.
Si Ud. quiere escribir sobre lo que me critica, esto de la internet da para todos, abra su propio sitio y escriba lo que se le antoje, mientras tanto, hágase ver por otro doctor, yo ya di todos los números y además no acepto pacientes nuevos. Y no me moje la oreja, que a pesar de que Ud. cree que es anónimo, eso en la web no existe, siempre hay forma de saber de donde viene.
Por último y de ultima, le puedo asegurar que no será Ud. quien le cambie el rumbo a este sitio que intenta traer un poco de buena onda y positivismo a un mundo ya superpoblado por gente que representa las antípodas, como Ud.
A los demás que leen esto, perdónenme la perorata, pero ya basta, no tengo tiempo para este tipo de gente, ni permito que me quieran hacer pintar con un pincel diferente al mío, cuando el que opina no tiene el coraje de hacer su propia obra y ponerle identidad.
Los barrigones, los intransigentes, los enmascarados y los palos torcidos no se terminan nunca.
Juan Alberto Pintos Lecuna (El Tordillo)