Pecado original
Seguí por el camino que va del fuerte a la playa, te vas a topar con unos baños de piedra, tronco y techo quinchado, cruza ese claro del monte y te vas a perder en un mundo magnolias, árboles de frutas y un sendero largo y angosto, que te llevara por un cañadón casi desconocido y escondido.
Yo tenia dieciséis años cuando lo descubrí y se volvió un paraíso de verde y picardía, porque cuando lo vi. por primera vez, iba de la mano de mi gran amor de turno, que estaba acampando con nosotros. En ese sendero nos sentimos los dos como Adán y Eva, antes de la manzana, los dos con muchos deseos y ganas, pero a la vez con ese miedo a lo que pueda pasar,,,y si alguien mas conocía el camino?...Todos los días recorríamos los acantilados al borde del canalón, tirándonos con flores y frutos de los árboles que tupidos de color nos brindaban escondite. Habíamos visto y leído sobre los hippies en estados unidos y pensábamos que los pobrecitos, se tiraban con flores en sus junglas de cemento, mientras que nosotros retozábamos en un edén que invitaba al pecado original.
Por varios días recorrimos, un pequeño trecho a la vez, hasta que después de descubrirnos mutuamente, todos los rincones del sendero y de nosotros, nos atrevimos a llegar al final del misterio. La cañada abría una herida de agua que se volcaba fuera del frondoso monte y se extendía como un hilo de sangre, cortando las dunas y el gran cuerpo de la playa, hasta entregarse al mar con un gigantesco beso de aguas dulces, sal, sol, cielo y un paisaje de gigantes olas que inundaron nuestra imaginación.
El camino me imagino que no ha cambiado mucho, ella y yo si.....pero se que los dos recordaremos la aventura hasta el día del juicio final.
El Tordillo
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